El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

miércoles, julio 29, 2015

Reseña de Economía de guerra, por Luis Vea

Economía de guerra

Ana Pérez Cañamares

Ediciones Lupercalia, 2014

125 páginas

13,95 euros


No hace falta ser poeta para apercibirse de la belleza. Sobre todo cuando hablamos de la belleza de las pequeñas cosas, hasta de la belleza de lo que se pierde. Cualquier ser humano es capaz de captar la ternura. Lo difícil es expresarlo. Y eso es lo que hace Ana Pérez Cañamares. Ya tuve la ocasión de reseñar aquí uno de sus libros, hace apenas un año: Las sumas y los restos. En aquel hallábamos un humanismo militante. En este Economía de guerra encontramos una belleza combativa.

Una de las características fundamentales , y yo diría básica ,que sostiene los textos de este libro son los finales de los poemas. Poemas que se van desgranando y cuyo epílogo siempre contiene un mazazo. Un verso que difícilmente se olvida. Algunos ejemplos:

(p.19) “aunque os declaráis laicos

todavía habláis desde un púlpito”


(p.23) “somos peces fabricando anzuelos”


(p.25) “Habéis ganado ganasteis

hoy me tragué vuestro futuro

como un jarabe malo”


(p.37)”Soy quien sueña llegar a la vejez

para dejarse adoptar por gallinas

y vivir en la luz de las mañanas

que ahora abandono en la casa de empeños”


Ana Pérez Cañamares parte de la idea de que estamos en guerra. La nuestra es una guerra que continúa día a día pero que ha de permitirnos seguir contemplando las pocas cosas que tenemos, que tenemos porque quizás no son de nadie o son de todos.


(p.40) “Yo no entiendo cómo el cielo

abandonado por las nubes

puede aguantar su tensión azul”


Y ante la dificultad de la lucha lo único que nos sostiene son esos pequeños espacios de belleza o de victoria:


(p.86)”En mi patio está creciendo una hiedra

que le arranqué a la Casa de Campo.


Quizá sobre esa hiedra- o  muy cerca-

Cayó el tío Manuel bajo las balas.


Ahora, mi tío brota en abril

Cuando le llevo agua hasta los labios”


Y para seguir luchando hay que denunciar, hay que señalar …


(p.15) “Así sois, capitalistas.

En el último momento

cuando estamos a punto

de estamparnos contra el suelo

siempre nos echáis una mano.

No para ayudar ni para disimular

sino para acelerar el final de la caída.

Y que pase el siguiente.


Hay momentos en los que la poeta parece detenerse, parece congraciarse con el mundo pero al final siempre hay una injusticia, un motivo de denuncia, una desazón:


(p.122) “Perderemos la guerra de las mayúsculas

pero la vida está de nuestra parte:

Lloramos y celebramos la brizna”


(p.113) “Somos pueblo.

Hasta aquí hemos llegado.

No aguantamos más”


La poesía de Ana Pérez Cañamares - y estos dos últimos libros  Las sumas y los restos y Economía de guerra - viene a acercarse a la llamada Poesía de la conciencia crítica cuya punta de lanza es Antonio Orihuela. 
 
LUIS VEA

1 comentario:

Camino a Gaia dijo...

Quizá nunca nunca sepamos los motivos ocultos, la vergüenza para mas tarde de la razón de Estado.